LA BARONESA LIBRERIA
¿Cómo describir a madre robot? ¿Qué adjetivos emplear para dar una idea certera de lo que encierra ese nombre? Nora Rabinowicz da forma a un personaje complejo, por momentos intenso, por momentos mágico, a través de la mirada caleidoscópica de una hija.
Nuestras características suelen definirnos, y tal vez por eso “madre robot fue robot desde chica, desde mucho antes de ser madre”. Pero no siempre nos determinan. Aunque las caderas mal encastradas la hayan condicionado, no significaron para ella un obstáculo.
Madre robot es un mecanismo de relojería. Y no me refiero ahora al personaje; me refiero a la novela. Es uno de esos libros que desde la primera página nos toman por sorpresa y nos cautivan. Esos libros que no podrían haberse escrito de otra manera ni podrían narrarse desde otra perspectiva, porque en ellos, forma y contenido están íntimamente ligados, son dos caras indivisibles de una misma propuesta. Un mecanismo autónomo: eso es Madre robot. Con un lenguaje singular y un derrotero propio.
Ariel Urquiza
¿Cómo describir a madre robot? ¿Qué adjetivos emplear para dar una idea certera de lo que encierra ese nombre? Nora Rabinowicz da forma a un personaje complejo, por momentos intenso, por momentos mágico, a través de la mirada caleidoscópica de una hija.
Nuestras características suelen definirnos, y tal vez por eso “madre robot fue robot desde chica, desde mucho antes de ser madre”. Pero no siempre nos determinan. Aunque las caderas mal encastradas la hayan condicionado, no significaron para ella un obstáculo.
Madre robot es un mecanismo de relojería. Y no me refiero ahora al personaje; me refiero a la novela. Es uno de esos libros que desde la primera página nos toman por sorpresa y nos cautivan. Esos libros que no podrían haberse escrito de otra manera ni podrían narrarse desde otra perspectiva, porque en ellos, forma y contenido están íntimamente ligados, son dos caras indivisibles de una misma propuesta. Un mecanismo autónomo: eso es Madre robot. Con un lenguaje singular y un derrotero propio.
Ariel Urquiza