LA BARONESA LIBRERIA
Anoche nos quedamos dormidas viendo el programa sobre los pinguinos. Durante el día vimos animé y almorzamos fideos de espinaca con tu mamá y tu hermano. El viernes en la noche llegué a tomar once y nos quedamos conversando en la terraza sobre los clientes que te había tocado atender. Nos acostamos y hacía calor, así que no nos pegamos la una a la otra, pero nos dimos un beso de las buenas noches largo y nos tomamos de las manos.
Nuestras manos sudaban y aun asi no nos soltamos La semana pasada fue muy parecida a esta, y la anterior y la anterior. Lo sé. Pero esta rutina me hace sentir feliz y segura, y no veo ninguna falla en ella
Los episodios de adolescencia y temprana adultez que dan forma a esta novela, retratan una sensibilidad: la narradora, situada en un presente dominado por las expectativas y el deber ser, se enfrenta a quiebres emocionales y afectivos, duelos, primeros encuentros sexuales: < I tacto nuevo, que descubre, que pide permiso>. La conciencia abrupta de la finitud, las grietas en lo que parecía permanente, la llevan a explorar en lo desconocido, cuestionando sus anteriores estabilidades y certezas.
Anoche nos quedamos dormidas viendo el programa sobre los pinguinos. Durante el día vimos animé y almorzamos fideos de espinaca con tu mamá y tu hermano. El viernes en la noche llegué a tomar once y nos quedamos conversando en la terraza sobre los clientes que te había tocado atender. Nos acostamos y hacía calor, así que no nos pegamos la una a la otra, pero nos dimos un beso de las buenas noches largo y nos tomamos de las manos.
Nuestras manos sudaban y aun asi no nos soltamos La semana pasada fue muy parecida a esta, y la anterior y la anterior. Lo sé. Pero esta rutina me hace sentir feliz y segura, y no veo ninguna falla en ella
Los episodios de adolescencia y temprana adultez que dan forma a esta novela, retratan una sensibilidad: la narradora, situada en un presente dominado por las expectativas y el deber ser, se enfrenta a quiebres emocionales y afectivos, duelos, primeros encuentros sexuales: < I tacto nuevo, que descubre, que pide permiso>. La conciencia abrupta de la finitud, las grietas en lo que parecía permanente, la llevan a explorar en lo desconocido, cuestionando sus anteriores estabilidades y certezas.