LA BARONESA LIBRERIA
En Autobiografía del algodón; Cristina Rivera Garza sigue con curiosidad y asombro los pasos de aquellos hombres y mujeres que habitan su pasado familiar; obreros y campesinos que trabajaron la tierra que ahora conforma la frontera entre Tamaulipas y Texas; una región que alcanzó un alto nivel económico; social y cultural gracias al sistema de siembra del algodón. Por eso esta novela es; además de una narración íntima; un reencuentro con el territorio. O un desencuentro; debido a la migración; deportación; expulsión y repatriación de aquellos campesinos algodoneros que; tras el fracaso del sistema; dejaron libre su espacio; un lugar antes símbolo de progreso y hoy ocupado por la llamada 'guerra contra el narco'.
Acerca de Tamaulipas, Rivera Garza escribe que el Estado mexicano —y no el narcotráfico— ha desatado una lucha sanguinaria contra la ciudadanía con el pretexto de la ilegalidad de ciertas plantas y productos en el marco de “la mal llamada ‘guerra contra el narco’”. Enfatiza varias veces la coletilla “mal llamada”. “¿Cuál es la otra cara de la crueldad?”, se pregunta la autora antes de ir a las páginas de los diccionarios para encontrar los siguientes antónimos: “delicadeza, suavidad, paciencia, humanidad, bondad, compasión, piedad”. Estos sustantivos exponen entre líneas también la dimensión política del “necropoder” —el poder sobre la muerte— ejercido desde el Estado sobre el territorio de Tamaulipas. Rivera Garza escribe entonces una de las sentencias más agudas de su libro, que es a la vez ensayo y novela: “Sobre los mismos caminos donde hoy se ensañan la violencia y el exterminio, por ahí pasó, centelleante y atroz, el algodón”.
https://gatopardo.com/revista/cristina-rivera-garza-autobiografia-del-algodon/
En Autobiografía del algodón; Cristina Rivera Garza sigue con curiosidad y asombro los pasos de aquellos hombres y mujeres que habitan su pasado familiar; obreros y campesinos que trabajaron la tierra que ahora conforma la frontera entre Tamaulipas y Texas; una región que alcanzó un alto nivel económico; social y cultural gracias al sistema de siembra del algodón. Por eso esta novela es; además de una narración íntima; un reencuentro con el territorio. O un desencuentro; debido a la migración; deportación; expulsión y repatriación de aquellos campesinos algodoneros que; tras el fracaso del sistema; dejaron libre su espacio; un lugar antes símbolo de progreso y hoy ocupado por la llamada 'guerra contra el narco'.
Acerca de Tamaulipas, Rivera Garza escribe que el Estado mexicano —y no el narcotráfico— ha desatado una lucha sanguinaria contra la ciudadanía con el pretexto de la ilegalidad de ciertas plantas y productos en el marco de “la mal llamada ‘guerra contra el narco’”. Enfatiza varias veces la coletilla “mal llamada”. “¿Cuál es la otra cara de la crueldad?”, se pregunta la autora antes de ir a las páginas de los diccionarios para encontrar los siguientes antónimos: “delicadeza, suavidad, paciencia, humanidad, bondad, compasión, piedad”. Estos sustantivos exponen entre líneas también la dimensión política del “necropoder” —el poder sobre la muerte— ejercido desde el Estado sobre el territorio de Tamaulipas. Rivera Garza escribe entonces una de las sentencias más agudas de su libro, que es a la vez ensayo y novela: “Sobre los mismos caminos donde hoy se ensañan la violencia y el exterminio, por ahí pasó, centelleante y atroz, el algodón”.
https://gatopardo.com/revista/cristina-rivera-garza-autobiografia-del-algodon/